17:50h.
Golpes de mar que no llegan, que a Ana María no llegan, le hacen un remolino siéndole ecos. Como en una conversación que al salir de casa no hubiera cerrado. Ana María, cabizbaja de ánimos. Húmeda de arenas. Lenta ante los ojos de unos muchachos, sombras sentadas que ella creyó que se fumaban algo. Estaría bien. Poder vernos desde fuera, la orilla de una playa solitaria. Estaría bien. Poder vernos desde fuera, mascarilla y microcascos. Paseando.
Día viento, atardecer espuma. Sin habernos impregnado olor ni oleaje. Paseando.